Una rana que vivía en un estanque agarró por casualidad una moneda de media rupia. Al tomar la moneda de media rupia, la rana se enorgullecio y pensó: "¿Hay alguien tan rico como yo ahora? Si el elefante del rey viene esta vez a beber agua aquí, lo encadenaré. No dejaré que vuelva a beber agua aquí". Meditando así, la rana se sentó firmemente sobre la moneda de media rupia en la orilla del estanque. Poco después, el cuidador del elefante del rey llegó al estanque con el elefante para bañarse. La rana saltó inmediatamente y se arrojó cerca de las patas del elefante, dejando atrás la moneda de media rupia. No pasó mucho tiempo antes de que perdiera la vida bajo las patas del elefante.
SIGNIFICADO
Aquellos que simplemente están engreídos con su gran esfera de actividades mundanas en este mundo material, demuestran ser insignificantes como la 'moneda de media rupia de la rana' cada vez que se enfrentan a una situación de verdadera evaluación.
El gran valor de un trabajador incansable en este mundo material puede ser aplastado en cualquier momento bajo la presión del hechizo mundano, ya que no es más que un regalo de la naturaleza material. Así dice el Bhagavad - Gita :
"El alma espiritual desconcertada por la influencia del falso-ego se cree realizadora de actividades que en realidad son llevadas a cabo por las tres modalidades de la naturaleza material". (BG 3.27)
Las actividades realizadas bajo la influencia de los diferentes modos de la naturaleza, son consideradas por la entidad viviente como realizadas por ella misma bajo la ilusión de "Yo soy el Señor". Tal persona engreída bajo la ilusión piensa que él mismo es el señor del disfrute en este mundo y por lo tanto quiere enseñorearse del mundo. Sin embargo, no se dan cuenta de que la madre naturaleza puede derrumbar en cualquier momento su alto edificio de jactancia de gran trabajador. En este mundo material no sirve de nada la independencia y el engreimiento que conlleva. El rey de hoy puede ser mañana un mendigo en la calle. El mendigo de hoy puede envanecerse con riqueza y opulencia ilimitadas. Por eso el gran santo canta :
rajar ye rajyapat yena natuur nat dekhite dekhite kichu noy / hena maya kare yei, param isvara sei tanre mana sada kara bhaya //
"El reino del rey es como la danza del bailarín, en un instante puede terminar. De la misma manera actúa Maya, el controlador supremo. Oh mente, ¡sé siempre temerosa de ella!".