A veces los mercaderes van al bosque a recoger artículos valiosos para venderlos en la ciudad y sacar beneficios; sin embargo, los senderos del bosque están plagados de peligros. Cuando el alma pura desea abandonar el servicio del Señor para disfrutar del mundo material, Krishna no tiene inconveniente en darle una oportunidad de entrar en este mundo. Como se afirma en el Prema-vivarta: Prema-vivarta: kṛṣṇa-bahirmukha hañā bhoga vāñchā kare. Ésa es la razón de que el alma espiritual pura caiga al mundo material. Bajo la influencia de las tres modalidades de la naturaleza material, la entidad viviente realiza actividades que la llevan a distintas posiciones en distintas especies. Unas veces es un semidiós en los planetas celestiales, y otras es una criatura de lo más insignificante en los sistemas planetarios inferiores. A este respecto, Śrīla Narottama dāsa Ṭhākura dice: nānā yoni sadā phire: La entidad viviente pasa por diversas especies. Kardarya bhakśaṇa kare: Se ve obligada a comer y a disfrutar de cosas abominables. Tāra janma adhaḥ-pāte yāya: De ese modo, toda su vida es un fracaso. Sin la protección de un vaiśṇava pleno de misericordia, el alma condicionada no puede liberarse de las garras de māyā. Como se explica en el Bhagavad-gītā (manaḥ ṣaṣṭhānīndriyāṇi prakśti-sthāni karśati), la entidad viviente comienza su vida material con la mente y los cinco sentidos de adquisición de conocimiento, y con ellos lucha por la existencia en el mundo material. A esos sentidos se les compara a los bandidos y ladrones del bosque. Privan al hombre de conocimiento y le hacen caer en las redes de la nesciencia. Así pues, los sentidos son como bandidos y ladrones que despojan a la entidad viviente de conocimiento espiritual. Además de esto, en la familia, la esposa y los hijos son como las alimañas del bosque, que se alimentan de carne humana. La entidad viviente se deja atacar por zorras y chacales (la esposa y los hijos); de ese modo se termina su verdadera vida, la vida espiritual. En el bosque de la vida material, todos son envidiosos como mosquitos; las ratas y los ratones siempre están dando molestias. Todo el que vive en el mundo material tiene que pasar por muchas situaciones difíciles, rodeado de gente envidiosa y animales molestos. El resultado es que en el mundo material la entidad viviente siempre tiene que sufrir los robos y mordeduras de muchas otras entidades vivientes. Aun así, y a pesar de esas perturbaciones, no desea abandonar la vida familiar, y continúa con sus actividades fruitivas, en un intento de labrarse un futuro feliz. De ese modo, se va enredando cada vez más y más en los resultados del karma, y se ve obligada a cometer actos impíos. El Sol es testigo de sus actividades diurnas; la Luna es su testigo nocturno; y los semidioses también contemplan sus actividades; el alma condicionada, sin embargo, cree que nadie es testigo de sus intentos de complacer los sentidos. A veces, cuando le descubren, renuncia a todo durante algún tiempo, pero, debido a su gran apego por el cuerpo, abandona la vida de renuncia antes de poder alcanzar la perfección. En el mundo material hay mucha gente envidiosa. En él hay gobiernos que recaudan impuestos, y a quienes se compara a búhos, y hay grillos invisibles que producen sonidos insoportables. Ciertamente, el alma condicionada se ve muy hostigada por los agentes de la naturaleza material; pero debido a las compañías indeseables, pierde la inteligencia. Cuando trata de aliviarse de los sufrimientos de la existencia material, cae víctima de falsos yogīs, sādhus y encarnaciones, que pueden mostrar algo de magia, pero que no entienden el servicio devocional. A veces, el alma condicionada se queda sin dinero, y debido a ello se desahoga maltratando a su familia. En el mundo material no hay el menor rastro de la verdadera felicidad, por la cual suspira vida tras vida el alma condicionada. Los funcionarios del gobierno son como rākśasas carnívoros; para sufragar los gastos del gobierno, imponen fuertes impuestos, los cuales causan al alma condicionada, que tanto tiene que trabajar, una profunda desesperanza. La senda de las actividades fruitivas conduce a montañas escabrosas; a veces, el alma condicionada quiere atravesarlas, pero nunca lo consigue; debido a ello, cada vez está más afligida y desanimada. Cuando tiene dificultades económicas y materiales, se muestra iracundo e injusto con su familia. El condicionamiento material da lugar a cuatro necesidades de primer orden; una de ellas es el sueño, que se compara con una serpiente pitón. Cuando duerme, el alma condicionada olvida por completo su verdadera existencia, y no siente los problemas de la vida material. A veces está necesitada de dinero y se dedica al robo y al fraude, aunque puede que, mientras tanto, tenga mucha relación con devotos, aparentando buscar el avance espiritual. El único deber del alma condicionada es liberarse de las garras de māyā, pero, sin una guía adecuada, se enreda cada vez más en los asuntos materiales. El mundo material no es más que una gran fuente de dificultades; en él sólo hay inconvenientes, que se presentan en forma de felicidad, aflicción, apego, enemistad y envidia. En esencia, es un mundo compuesto de sufrimientos y miserias. Cuando una persona pierde la inteligencia debido al apego por la esposa y la vida sexual, su conciencia se contamina completamente. Entonces solamente piensa en estar en compañía de mujeres. El factor tiempo, que es como una serpiente, se lleva la vida de todos, desde el Señor Brahmā hasta la insignificante hormiga. A veces, el alma condicionada trata de salvarse del tiempo, que fluye inexorable, y para ello se refugia en un farsante que se hace pasar por su salvador. Por desdicha, ese farsante ni siquiera puede salvarse a sí mismo. ¿Qué protección podrá brindar a otros? Esos falsos salvadores no se preocupan del conocimiento genuino que transmiten los brāhmaṇas cualificados y las fuentes védicas. Su única ocupación consiste en entregarse a la vida sexual y aconsejar la libertad sexual incluso a las viudas. Por lo tanto, son como monos del bosque. Ésta es la explicación que Śrīla Śukadeva Gosvāmī dio a Mahārāja Parīkśit acerca del bosque del mundo material y su difícil sendero.[1]
nānā–diversos; araṇya–bosque; mśga–animales; vrātaiḥ–con grupos; anābādhe–en no ser violentos; muni-vrataiḥ–como los grandes sabios; āhūtam– como si fuera invitado; manyate–piensa; pānthaḥ–viajero; yatra–donde; kokila–de cuclillos; kūjitaiḥ–con el canto.
Traducción:
En aquella atmósfera, incluso los animales del bosque dejaban de ser violentos y envidiosos; eran como grandes sabios, y no atacaban a nadie. El canto de los cuclillos dominaba el ambiente. La atmósfera era tan agradable que todo el que recorría aquel camino se sentía invitado a reposar en el hermoso jardín.[2]
Significado:
La pacífica atmósfera del bosque puede compararse a una pacífica familia, con esposa e hijos. Aunque se compara a los hijos con animales que no son violentos, otras veces se dice que la esposa y los hijos son svajanākhya- dasyu, asaltantes que se hacen pasar por familiares. El hombre se gana el sustento trabajando con gran tesón, pero el resultado es que la esposa y los hijos le despojan de todo, exactamente igual que los asaltantes y ladrones del bosque, que atacan a las personas en el bosque y les quitan el dinero. Aún así, en una familia, el alboroto de la esposa y los hijos suenan como el canto de los cuclillos en el jardín de la vida familiar. Bajo la seducción de esta atmósfera, la persona que pasa por esa feliz vida familiar desea tener a su familia con él a toda costa.
Anuvṛtti:
El poeta Vidyāpati dijo: En la sociedad de amigos, la familia, hijos, esposa, etc., hay ciertamente algún placer, pero que ese placer se asemeja a una gota de agua en el desierto[…] Todo el mundo está anhelando la felicidad, así como en el desierto todo el mundo anhela el agua. Si en el desierto encontramos una gota de agua, el agua sin duda está allí, pero el beneficio de una gota de agua es muy insignificante. En nuestro modo de vida materialista estamos anhelando un océano de felicidad, pero en la forma de la sociedad, amigos y amor mundano, no obtenemos más que una gota de agua. Nunca alcanzamos la satisfacción, tal como los pequeños riachuelos, lagos y estanques nunca se llenan de agua en la estación seca.[3]
Atracción hombre-mujer. Melosidad original en el mundo espiritual (ādi-rasa).
En este texto como en muchos otros versos del Śrīmad-Bhāgavatam aparentemente se condena la vida familiar. El Śrīmad-Bhāgavatam nos que tanto la vida familiar como todo en este mundo material es temporal y describe que el ādi-rasa[4] en este mundo material es imitado pervertidamente, en la forma de la relación intima entre el hombre y la mujer: enfatizándonos que dicha relación no es para disfrutar de la vida sexual, sino que es para apoyar uno al otro a superar la vida sexual; muchas veces especialmente cuando uno es joven y está muy despierto el impulso de disfrutar del sexo opuesto, se piensa que la finalidad de toda combinación entre hombre y mujer es para lograr este propósito.
La falta de comprensión (espiritual) en la relación hombre-mujer genera: varṇa-saṅkara. La atracción entre hombre-mujer tiene varios propósitos: uno de ellos es para la propagación, como Śrīla Prabhupāda dijo:
Si no tuviera placer en tal acto, ¿Quien tendría niños?
Si fuera doloroso entonces tal vez ese sería el próximo invento de los que quieren hacer ingeniería genética:
Buscar entre las especies o razas indeseables, según ellos, algo que haga a la vida sexual dolorosa y así eliminar mucho varṇa-saṅkara, pero lo que no saben es que son la mayor varṇa-saṅkara que existe porque ellos no creen en la creación del Señor Supremo. Ellos piensan que pueden cambiar todo, que pueden hacer todo con sus cerebros tan fértiles, [fértiles para destruir]. En el Bhagavad-gītā se utiliza el término ugra-karmāṇaḥ[5], los demonios o las personas con mentalidad demoníaca tienen muchas ideas para convertir al mundo a través de su ugra-karmāṇaḥ actividades despreciativas y demoníacas para transformar a todo el mundo en un lugar horrible; un ejemplo de ello se puede ver actualmente en el D.F., o en otras grandes ciudades del mundo, donde casi todos los ríos se han secado o contaminado y por lo tanto es difícil encontrar uno con agua pura. Así con ese grado de conciencia ellos también quieren cambiar todo.
El propósito de crear hijos. El verdadero significado del matrimonio.
Entonces la vida sexual es placentera para que las personas se inspiren a tener hijos, pero el propósito final es que cada hijo se libere de los ciclos de nacimiento y muerte, por lo tanto, no hay que tener tantos hijos al grado de que uno tenga que trabajar tanto que no puede educarlos, o que no puede darles un buen ejemplo, o que uno no pueda cantar el maha-mantra[6], ni el hombre ni la mujer:
-El hombre trabajando y la mujer en ansiedad tratando de cuidar tantos niños que no puede cantar el maha-mantra. Alguien puede tener cien o doscientos o trescientos hijos si él puede cuidar de todos y a la vez darles el ejemplo de la vida espiritual. En está era actual llamada Kali-yuga eso es muy difícil; anteriormente había mujeres como Gāndhārī (que fue madre de varias decenas de hijos), ¡aunque ellos tampoco se comportaron bien!, por arreglo de Krishna, pero el punto es que la vida sexual también tiene ese placer asociado para que uno pueda entender o hacer un poco de austeridad y comprender la verdadera relación entre hombre-mujer que es de servicio, de apoyo, de ayuda mutua para cumplir perfectamente con su servicio. El hombre debe proveer para la esposa y los niños, para que ella se siente tranquila y pueda enseñarles la vida espiritual y apoyar al esposo arreglando el hogar siendo agradable para que se generen ánimos de seguir avanzando en su vida espiritual. Eso es matrimonio en Kali-yuga prácticamente como dice el Śrīmad-Bhāgavatam, pero aun así que pueda o sea concebido de esa manera, está hecho de tal forma para eventualmente aprender, por eso Śrī Prahlāda Mahārāja dijo:
Vida sexual, una creación mental. Yan maithunādi-gṛhamedhi-sukhaṃ hi tucchaṃ.[7]
Que aparentemente gṛhamedhi-sukhaṃ, hay un placer, se puede entender que la palabra gṛhamedhi se refiere a todos los que piensan que la vida sexual es un placer (maithunādi), el placer de encontrarse con el sexo opuesto, de reírse y de hacer todo asociado con ese concepto. No es un placer, es una responsabilidad, por eso a los gṛhamedhi se caracterizan en otra parte del Śrīmad Bhāgavatam como apaśyatām ātma-tattvaṃ[8] (ciegos al conocimiento acerca del ser) y otra característica de las personas con ese estilo de vida de los grhamedhi es yan maithunādi-gṛhamedhi-sukhaṃ hi tucchaṃ ellos hablan de cualquier cosa menos de Krishna. Entonces una persona que no habla de Krishna por definición es un gṛhamedhi, ellos piensan que la vida sexual, que se asemeja a un picor es el grado más alto de felicidad posible, aunque en realidad no es más que una fuente de aflicción Prahlāda Mahārāja dice que hi tuccham, es insignificante, semejante a cuando uno tiene cosquillas en las manos o comezón y después tiene una infección, es decir, un problema con la piel, o picaduras de mosquitos, o una enfermedad y tratando de eliminar el dolor, frota las manos, pero el resultado es duḥkha-duḥkham más y más miseria, más y más problemas, tṛpyanti neha kṛpaṇā bahu-duḥkha-bhājaḥ es decir no hay satisfacción. A ese tipo de persona se conoce como kṛpaṇa, que quiere decir avaro, esas personas avaras que solamente piensan en el disfrute sensorial. De hecho la actividad sexual es la máxima avaricia, solamente uno está pensando que lo va a hacer para su placer.
Procrear hijos consientes de Krishna, único motivo para la vida sexual. Es recomendable crear una atmósfera piadosa para engendrar a un hijo, es decir, Garbhādhāna-saṃskāra o el primer proceso purificatorio del futuro hijo, es el comienzo de todos los actos piadosos necesarios para que la sociedad humana reciba una buena, piadosa e inteligente clase de hombres. En el mundo habrá paz y prosperidad solamente en virtud de una población buena y cuerda; la situacion infiernal y la perturbación que tiende a ser prominentes se deben sólo a un vulgo demente, no deseado y adicto a la complacencia sexual.
Garbhādhāna-saṃskāra consiste en cantar 50 rondas[9] antes del acto sexual, y después de cantar 50 rondas puede llegarse a pensar: ¿Para qué hago esto? Mejor sigo cantando, es mejor resultado, ese es el truco. Cantar 50 rondas y para aquellos que no sienten atracción por el santo nombre después de cantar 50 rondas están tan cansados que mejor concluyen: lo dejamos para mañana, y al siguiente día vuelven a cantar 50 rondas, y así hasta que se vuelven atraídos por cantar el santo nombre y los que están atraídos, dicen: realmente para que vamos a hacer eso.
Pero si quieren tener un niño conciente de Krishna el acto sexual no tiene que volverse un olvido total, una absorción en el cuerpo, sino una unión con el propósito principal de crear alguien conciente de Krishna; en cualquier otra circunstancia es kṛpaṇa: aquí está mi objeto de placer! Los dos sienten igual, en textos védicos y en significados de Śrīla Prabhupāda se refiere al hombre como el objeto de este sufrimiento y la mujer como la causa de este sufrimiento pero de hecho es reciproco. Solamente en la sociedad védica el hombre es puruśa (el disfrutador) y la mujer prakrti (la disfrutada) en la sociedad occidental o en kali yuga, los dos han sido prácticamente igualados; realmente se refiere a ambas partes, aparentemente hay una satisfacción pero tṛpyanti neha kṛpaṇā tal persona avara simplemente bahu duḥkha vāsaṃ está dedicándose a mucho más bahu-duḥkha clases de sufrimiento. Una persona inteligente kaṇśūtivan va a entender que ese acto, esa comezón es una creación de la mente; solo algo mental. Un hombre puede estar muy tranquilo pero si ve a alguien del sexo opuesto muy atractivo de repente empieza a meditar: hoy podemos disfrutar, pero si está sentado en su casa tranquilo esa atracción no sucede.
Un ambiente adecuado propicia un estado de conciencia elevado para la familia.
En otras palabras hay que crear el ambiente adecuado, mismo en la vida familiar para que los animales feroces de los sentidos descontrolados no lo ataquen a uno; los seis enemigos del ser viviente son: Kāma, krodha, lobha, moha, mada y mātsarya, la lujuria, la ira, la codicia, la ilusión, el orgullo y la envidia, esos son los enemigos. Una vez que estos enemigos afectan a los sentidos, se vuelven como animales feroces que lo atacan a uno, de esa manera sentimos que la mente nos está atacando: Yo quiero cantar y piensa en esto o en aquello, yo quiero comer, quiero ver; esto es porque no estamos pacíficos, y llevamos una vida familiar con mucha agitación sin cantar el maha mantra sin tener actividades devocionales. En sus significados al segundo canto del Śrīmad-Bhāgavatam Śrīla Prabhupāda nos recomienda el instalar deidades y enseñar a la familia adorar a la Deidad[10].
La educación a los hijos parte fundamental.
Pero hoy en día las personas piensan: Hay que dejar que el niño haga lo que quiera; esa mentalidad viene de sus propios padres que también se desenvuelven de la misma manera.De esa forma no pueden instruir al niño para que no lo haga, y piensan que como no tienen disciplina es mejor que el hijo también no la tenga; sus palabras no tienen poder para decirle otra cosa, asi que mejor inventan una filosofía, una psicología moderna: hay que dejarlos florecer como quieran…
Eso es algo absurdo, cualquier persona que piensa así es un tonto; por que si los padres no influyen al hijo estan dejando que otras personas cuyos intereses solamente son ganar dinero a cualquier costo, lo hagan; se les permite ver la televisión y que están haciendo: promoviendo cosas absurdas; cosas innecesarias, conceptos ateos, entonces es insensato, [por que si ellos no intervienen alguien más va a influir].
Debemos darnos cuenta de nuestro grado de ignorancia, y que esa circuntancia nos lleva a pensar que todos incluyendo nuestros hijos tienen el derecho de estar en ignorancia como una situacion normal. Pero una persona conciente de Krishna que vive en la bondad pura no va a querer eso, a toda costa va a intentar influir en su hijo, claro que existen otros factores que influeyen, y éstos pueden volverse prominentes. Ciertamente los hijos van a hacer influidos, y uno puede preguntarse: ¿Qué puedo hacer?, por lo menos nuestro deber es tratar de que ellos sean concientes de Krishna. Entonces una persona que tolera, (tolerar significa una persona que canta Hare Krishna, que adora a las Deidades, que lleva una vida espiritual adecuada) se puede volver un dhīra. Dhīra quiere decir una persona controlada. La persona sana (cualquier persona en cualquier sociedad sin hablar de vaisnavismo) es aquella que acepta una disciplina cultural, una disciplina de educación, una disciplina moral. Podemos ver que este tipo de personas son las más sanas en la sociedad y las personas que no tienen esa orientación social educativa, etc., tienen malos hábitos que afectan y perjudican a los demás y asimismos.
La necesidad de protección, factor que impulsa el deseo sexual.
Entonces la vida sexual no es para disfrutar. Las personas que piensan así creen que desarrollar un cuerpo muy fuerte, procrear hijos, tener esposa, es lo que los va a proteger.
Como dijo Śrīla Prabhupāda en una caminata por Chapultepec al ver a un grupo de personas practicar karate: ellos piensan que así están tratado de evitar la muerte…
Así la gente piensa que si tiene un cuerpo fuerte, al ingerir muchas vitaminas podrán superar el último destino (la muerte), pero de esa forma es imposible; se puede controlar el cuerpo, pero no se puede vivir en la ilusión de que esos soldados falibles nos van a proteger.
La vida material es como una guerra.
Śrīla Prabhupāda dice que la vida material es como una guerra, una constante lucha por contrarrestar algún ataque de la energía material, algun ataque económico, social, etc. Esta energía material crea situaciones de guerra y solo una persona que vive más allá de sus fronteras puede estar en paz. En ese estado de locura o ilusión no se puede ver la inevitable destrucción. Destrucción quiere decir la muerte, pero ellos no pueden verlo. Es tan obvio pero no lo pueden ver, aunque la energía material creada por Krishna tiene como uno de sus propósitos mostrarnos la inutilidad de la existencia mundana y lo hace tan evidente dentro de nosotros, pero no queremos verlo, por eso tenemos que ser consientes de Krishna, como dijo Yamunacarya reflexionando en ese fenómeno que es la vida de pareja en este mundo:
Ahora que he encontrado mi conciencia he encontrado los pies de loto de Krishna. Cuál es el resultado: las glorias del mundo espiritual siempre nuevas, siempre tan interesantes manifestándose en mi conciencia y por otro lado cuando yo pienso en la asociación pasada con el sexo opuesto, mi cara, mi boca se trasforman en un gran disgusto y rechazo esa asociación que parecía tan bonita. Yamunacarya era un gran brāhmaṇa, muy inteligente, en su juventud desafío la erudición del rey. Al derrotarlo y recibir la mitad de su reino, se distrajo del camino espiritual. Tenía varias esposas, mucha riqueza, un reino y se sumergió en el olvido hasta que por la misericordia de su guru (maestro espiritual) recordó su naturaleza trascendental. Él pensaba que aquello era muy bueno. Algo similar ocurre con nosotros, inclusive puede ocurrir con los que reciben la conciencia de Krishna que al contemplar el brillo de la energía material piensan: ¡oh, no está tan mal! todo mundo lo está haciendo, voy al parque, veo tantas parejas disfrutando la vida que creo que estoy perdiendo algo.
¡Y en realidad así es, verdaderamente están perdiendo su inteligencia!, de esta forma ceden y después de un tiempo se dan cuenta que no era lo que pensaban. Es mejor escuchar a Yamunacarya, no para no casarnos, ya que casarnos puede ser o no necesario, dependiendo de la vida anterior, del grado de agitación sexual que uno experimenta con los cambios hormonales de la vida. Es decir, que depende del grado de apego que uno desarrollo en la vida pasada en relación con la vida sexual. Después del periodo de los 12 a 14 años donde ocurren esos cambios famosos (aunque hoy en día están sucediendo prematuramente a partir de los 10 años debido al consumo de carne o leche con hormonas), la agitación sexual aumenta y las personas sin verdadera preparación tienden a confundirse. Entonces ese cambio se vuelve muy fuerte casi inaguantable; por esa razón en la vida de la cultura védica, especialmente las mujeres se casaban antes de los 12 años. Śrīla Prabhupāda ilustro está situación al señalar que su madre viendo que su hija, la hermana de Śrīla Prabhupāda, no se había casado, le dijo a su esposo: si llega a los 16 yo me suicido. Era inconcebible que una niña no estuviera casada a los 15 años. Dicha situación era casi como el fin del mundo, porque en una sociedad piadosa no es concebible pensar que una hija pueda estar sujeta a hacer una actividad pecaminosa como la vida sexual ilícita, era lo peor de todo.
Actualmente se está volviendo común que las madres entrenen a las hijas en la ciencia de como atrapar al hombre. Esa es la vida de hoy en día. En relación con este tema, la madre del Señor Caitanya Mahaprabhu (quien es la Suprema Persona, con extraordinarias cualidades como extrema belleza, etc.), estaba tan preocupada que pensaba “ tengo que arreglar su matrimonio”.
Claro que en el desarrollo de este pasatiempo también había otro motivo: el temor de su padre Jaganatha Misra, originado por un sueño que tuvo donde vio a su hijo elegir la orden de sannyasi, es decir, la vida de renuncia. Él vio a Nimai vestido como sannyasi y se lleno de temor al pensar en la implicada separación de su hijo.
Sucedió después que al llevar a su hijo Nimai a la escuela, Él escribió en sánscrito sin haber tenido clases previas. Eso provoco que su padre lo retirara de la escuela concluyendo que si Él aprende demasiado, entonces aprenderá también acerca de la renuncia y querrá salir de la casa y adoptar el estilo de vida de sannyasa y eso no podría soportarlo, Así que le comento a su esposa: ¡no va estudiar más! La respuesta de ella fue: ¡pero va a Ser un ignorante!, Él es un brāhmaṇa, y como tal no puede ser ignorante. Jaganatha Misra contestó: hay muchos zapateros que también se ganan la vida y Él puede ganarse la vida. Finalmente su padre lo dejo estudiar, pero tiempo después de tener ese sueño dejo su cuerpo debido a su angustia de solo pensar que su hijo Nimai adoptara sannyasi y partiera de su casa. Era tan doloroso para él que solo pensar en no tener la asociación del Señor Caitanya Mahaprabhu provocó su muerte.
Ojalá que tuviéramos ese grado de apego por El Señor Caitanya Mahaprabhu, Krishna.
Nosotros más bien tendemos a esperar el momento en que se cierra el altar para hacer cualquier otra cosa.
Cerremos la cortina de la mente, de māyā... cerremos la cortina de maya que cubre la mente para que no pueda percibir a Krishna y pueda disfrutar del mundo material.
[…]Entonces Śacī devi hizo los arreglos para que se casara con Viśṇupriyā, y después hicieron una gran ceremonia. Por lo general los brāhmaṇas no hacen una ceremonia muy elaborada para el casamiento. En la cultura védica, solo los kṣatriya o vaiśyas hacen una gran ceremonia, los śūdras simplemente se casan por que no tienen dinero mientras que para los brāhmaṇas es muy sencillo, porque son pobres y piensan que todo el dinero que reciben es de caridad y no lo pueden gastar para sí mismos; pero como se trataba del Señor Caitanya Mahaprabhu hicieron una gran ceremonia invitando a millones de personas. Acudieron millones y millones de personas, tantas personas que no sabían de donde venían, para poder asistirlas. Hasta vinieron millones de semidioses disfrazados de brāhmaṇas, millones de semidioses, millones de personas de todas partes para ver el matrimonio del Señor Caitanya Mahaprabhu. Al poco tiempo su esposa murió de separación: ella quería vida familiar y Él quería salir a las calles a predicar y su esposa no podía aguantar su separación, ella siendo la diosa de la fortuna, ¿cómo puede estar sin su Visnu, sin su Narayana?
Para avanzar espiritualmente es importante, adquirir cultura y llevar una disciplina.
El punto es que el Señor Caitanya Mahaprabhu, antes de casarse, a pesar que Él molestaba y provocaba a los estudiantes con desafíos, nunca jamás dirigió una palabra a una mujer, mismo que tenia la naturaleza de bromear y provocar ni siquiera miraba por un segundo de reojo, la sombra de la mujer, especialmente las casadas[11]. Incluso después de casarse, Él no hablaba ni bromeaba con una mujer que no fuera su esposa.
Śrī Śrīmad Bhaktisiddhānta Sarasvatī Gosvāmī Prabhupāda dice que es altamente pecaminoso hacer bromas o practicas intimas o estar solo con una mujer que no sea su esposa, eso está totalmente prohibido.
Hoy en día pensamos: yo estoy casado, puedo hablar con cualquier mujer, puedo bromear; en la cultura védica no se permite esa actitud; solo se tiene familiaridad con la esposa de uno, hacerle alguna broma, provocarla, pero con ninguna otra mujer. Eso es cultura, vivimos en una época tan inculta, que todo se permite. Existe la necesidad de tāni sarvāṇi saṃyamya, tenemos que cantar el maha mantra, el mismo Señor Supremo contrajo nupcias, mostrándonos el propósito del casamiento: que no es solo disfrute sino el apoyarse uno al otro, mismo que alguien tenga un fuerte impulso sexual y que su destino es casarse, el objetivo tanto para el que tiene esposa, o no la tenga, para el brahmacārī, para el gṛhasta, para el vānaprastha, es el de desapegarse. Śrīla Prabhupāda dijo que el propósito de la vida sexual es no tener vida sexual, o en otras palabras la unión entre el hombre y la mujer es para eliminar esos deseos con ayuda de la conciencia de Krishna, no de una manera artificial sino poniendo en primer lugar a Krishna.
Un ambiente familiar agradable genera potencia espiritual.
Entonces debemos entender que sí existe la vida familiar agradable, pero debe ser agradable por la potencia espiritual, no porque estoy creando situaciones ilimitadas de disfrute. Existe cierta licencia de disfrute en la vida de gṛhastha pero no es que sea desmedida, si es que queremos tener éxito en la vida espiritual como en la vida de gṛhastha tenemos que tener seriedad. Seriedad con comprensión: el propósito principal es el servicio, aunque existen otros apegos y otras tendencias no son lo principal, así uno puede tener éxito en su vida espiritual y en su matrimonio.
Fin del comentario de Su Santidad Guru-prasād Svāmī al Capítulo 3 del Anuśiṣṭān intitulado “El gran bosque del disfrute del mundo material.”