Cuando Tulasi Devi dejó de hablar, el señor Brahma apareció repentinamente allí. ¡Después de que Sankhacuda y de Tulasi le ofrecieron sus respetos, el señor Brahma hablo, "O Sankhacuda! ¿Por qué estás perdiendo tu tiempo en charlas vacías con Tulasi? Ahora casate por los ritos del Gandharva. Tal como tu eres una gema entre los varones, ella es una gema entre damas. Cuando una experta pareja se casa, la unión es muy feliz. ¿Y quién abandonaría felicidad cuando esta a la mano? Cualquier persona que lo haría es peor que una bestia. ¡Y usted, Tulasi! ¿Por qué usted está probando a esta noble y cualificada persona que puede someter a los semidioses y a los demonios? Casate Sankhacuda, tal como Laksmi se casa con Narayana, Radhika con Krishna, Savitri conmigo, Saci con Indra y Aditi con Kasyapa. Permanece con el hermoso Sankhacuda durante mucho tiempo y, como gustes, vaga con él en varios lugares. Cuando Sankhacuda deje su cuerpo, usted volverá a Goloka y conseguirá a Krishna como su marido." Señor Brahma después los bendijo y volvió a su propia morada. Sankhacuda entonces se caso conTulasi a través del rito Gandharva. Glorificando el matrimonio, los semidioses sonaron sus tambores y les lanzaron flores desde el cielo. A veces la recien casada pareja iría a un bosquecillo floreado y en otros momentos a la orilla del río. Allí ellos dormirían en camas de flores untadas con pasta de sandalo y disfrutarían los placeres matrimoniales. Tulasi fácilmente robo el corazón de su marido, y Sankhacuda también atrajo el corazón de Tulasi. Después de que Tulasi enguirnaldó a su marido con flores parijata las cuales previenen la enfermedad y la vejez, ella puso un anillo con rubíes preciosos en su dedo y le ofreció bellas gemas raras. Inclinandose a sus pies con devoción, ella dijo repetidamente, "yo estoy a tu servicio! " Sankhacuda sonrió. Entonces él le presentó a Tulasi ropa que había obtenido de la casa del Señor Varuna; él también le dio un collar precioso de joyas, un brazalete que había recibido de Swaha (la esposa de Agni), brazaletes de Chhaya (la esposa del dios del sol), aretes de Rohini (la esposa del dios de la luna), anillos de Rati (la esposa de Cupido), la concha ornamentada de Visvakarma, así como la excelente ropa de cama adornada con perlas y joyas. Después de adornarla, él puso sus pies en su pecho y hablo, "yo soy tu sirviente." Ellos dejaron la ermita y empezaron a viajar a varios lugares. Ellos fueron a diferentes montañas, jardines de flores, cuevas, playas, riberas y bosques. Dondequiera que ellos fueron, cada uno disfrutó de la compañía del otro con gran satisfacción, sin rasgo de cansancio. Sankhacuda entonces llevó a Tulasi a su propio reino y allí ellos continuaron deleitándose de su compañía uno del otro.